Posted in Columnas

Peso Pesado

por Lorena Díaz Puratić

Aunque no me guste la farándula, las redes sociales hacen imposible restarse de las polémicas que suceden a diario. Pero en esta oportunidad, tuve la necesidad de escribir y aportar mis “dos centavos” sobre el bochornoso incidente que tuvo lugar en la ceremonia de entrega de los premios Oscar, cuando el actor Will Smith agredió al comediante Chris Rock por hacer un mal chiste sobre su esposa. Creo que es necesario porque veo una opinión pública dividida, sobre una materia que donde nos debería caber ninguna duda: LA VIOLENCIA ES INACEPTABLE. Punto.

Lo primero que pensé fue que, si por defender a los que amamos se trata, las madres y padres de las personas con autismo seríamos boxeadores peso pesado. Tengo un hijo adulto con autismo, ¿cuántos comentarios insensibles crees que he escuchado durante toda su vida? Miles. Pero nunca he recurrido a la violencia, ni me atrevería a utilizar el gran amor que le tengo para justificar un acto violento. Por el contrario, he tomado cada una de esas oportunidades para educar, porque con miel se atrapan más moscas que con vinagre.

Mi segundo pensamiento fue para los niños y jóvenes. Cuando eres una figura pública debes sopesar cada una de tus acciones y cómo impactarán a las generaciones que se están formando. Ver a un agresor, recibir un premio sin tener ni la más mínima consecuencia por sus actos, es un mensaje que no sentará bien en las salas de clases del mundo. Sí. Del mundo, Porque aunque el hecho haya ocurrido en los Estados Unidos, la popularidad del agresor hizo que diera la vuelta al mundo. ¿Y quiénes pagarán las consecuencias? ¡Bingo! Los ya super exigidos profesores. ¿Cómo le explicas a tu estudiante que la violencia no es el camino?

Mi último pensamiento fue como mamá. En muchas oportunidades, por su condición, por ignorancia o por falta de filtro, ha sido mi hijo quien ha proferido comentarios fuera de lugar, que pueden ser catalogados como “insensibles”. ¿Será que aparte de todos los desafíos que enfrentamos a diario, ahora tendré que temer por su integridad física, si sus palabras ofenden a alguien?

Una de las cosas que he aprendido con los años, los dos años de pandemia a cuesta, y el hecho de estar ad portas de una tercera guerra mundial, es que uno nunca debe tomarse tan en serio como para asumir que todos deben conocer las penurias y desafíos que nos toca enfrentar. Chris Rock no tenía porqué saber que Jada Pinkett sufría de alopecia, o ¿es acaso ella tan importante que su estado de salud debe ser de dominio público?

A pesar de la mala broma, Chris Rock demostró más entereza. No sólo tomó el golpe sin devolverlo, sino que continuó con su trabajo y siguió adelante con el show, como el profesional que es.

Mientras escribo esta columna, la Academia estudia “consecuencias” para el actor. Como educadora, sé que las consecuencias deben venir inmediatamente luego de la conducta inapropiada, de lo contrario no hay aprendizaje. El daño ya está hecho. Sin embargo, en esta ocasión, quizá debamos conformarnos con el viejo adagio: más vale tarde que nunca.